Aunque apenas se aprecia, ahí en la antena del tejado hay un halcón, su vuelo era magistral, lo veíamos desde la terraza de mi casa de la playa ir y venir a esa antena, a veces con su amor, otras no... cuando venía con su amor se besuqueaban y mimaban, y ese precioso ave cada día, estuviera cerca o no su amor, venía a esperarla... Sentíamos que en el cielo que nos cubría había un ser muy sentimental, un ser vivo con alas y con mucho amor rondándonos cerca...
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